MÁS DEL 60% DE LOS ESPAÑOLES PIDEN UNA CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE

- Saint-Gobain presenta su tercer Barómetro de Construcción Sostenible e identifica los factores más relevantes para transformar el sector de la construcción en España y el mundo.
- El estudio revela que el 87% de los actores cree necesario acciones concretas y adaptar las estrategias de construcción sostenible a las especificidades locales.
- También, señala que la percepción de la construcción sostenible mantiene su relación con el medioambiente, pasando a segundo plano su vínculo con el bienestar y la salud de la sociedad.
En un contexto de desafíos demográficos, sociales, energéticos y climáticos, el sector de la construcción debe acelerar su transformación hacia un modelo cada vez más sostenible. Esto implica diseñar un entorno que contribuya positivamente a la salud y al bienestar de las personas, sea resiliente frente a los riesgos climáticos, emita bajas emisiones de carbono; y ofrezca viviendas accesibles para todos, sin renunciar a la calidad ni al rendimiento.
Esta transición no puede lograrse sin el compromiso colectivo de todos los actores del sector. Por esa razón, Saint-Gobain ha presentado la tercera edición del Barómetro de la Construcción Sostenible, un estudio realizado por Occurrence-Ifop que reúne las respuestas de más de 4.000 actores del sector y de 27.000 ciudadanos, para identificar los factores más relevantes que ayuden a acelerar el desarrollo de la construcción sostenible en España y el mundo.
Lanzado en 2023 en un conjunto de 10 países, el Barómetro de la Construcción Sostenible duplica su cobertura en su tercera edición sumando este año 27 países e incluyendo un amplio abanico de actores: profesionales, estudiantes, representantes locales, cargos públicos y miembros de asociaciones. Además, como novedad, este año, la encuesta también ha incluido a la ciudadanía, dándoles voz en el debate sobre la construcción sostenible.
Benoit Bazin, Presidente y Director General de Saint-Gobain: “Las conclusiones son claras: ha llegado el momento de actuar. Para que la construcción sostenible se convierta en la norma, no solo debe ser mejor comprendida, sino también alinearse plenamente con las expectativas tanto de los ciudadanos como de los profesionales. Más allá de sus beneficios medioambientales, sus ventajas tangibles en términos de confort, salud y bienestar siguen siendo con demasiada frecuencia ignoradas. Para escalar, es esencial adoptar un enfoque que sea a la vez integral y adaptado a las especificidades locales, teniendo en cuenta los usos, los contextos territoriales y las realidades sobre el terreno”.
Jean-Luc Gardaz, CEO de Saint-Gobain para los países mediterráneos: “Vivimos en un ecosistema donde todos los agentes del sector están interconectados, generando un círculo de retroalimentación: la ciudadanía expresa sus necesidades; el sector las interpreta y canaliza hacia las administraciones; estas, a su vez, inspiran a los arquitectos, quienes trasladan sus ideas a los fabricantes... En este contexto, los resultados del Barómetro confirman que España avanza con paso firme hacia un modelo constructivo más responsable, basado en el diálogo y la colaboración coordinada entre todos los actores implicados”.
Principales conclusiones del Barómetro de la Construcción Sostenible
1. Una mayor concienciación
El 67% de los encuestados a nivel mundial afirman tener un buen conocimiento del concepto de construcción sostenible. Una cifra que ha aumentado en 6 puntos porcentuales en solo un año.
La percepción de urgencia en actuar también se mantiene alta: el 69% considera prioritaria la implementación de una construcción más sostenible. Este resultado, estable, se ve reforzado por la percepción compartida por los ciudadanos, que se muestran alineados con el tema: el 60% lo considera prioritario, y el 95% lo considera importante.
En la misma línea se sitúa España, donde el deseo de avanzar hacia una construcción sostenible es mayor. La mayoría de profesionales del sector (99%) y ciudadanos (97%) consideran importante o altamente prioritario implementar edificios más sostenibles. El reto ahora radica en transformar este elevado nivel de concienciación en acciones concretas.
2. Más allá del consenso sobre la necesidad de acelerar la transición del sector, el rol de los actores privados es altamente valorado.
El 87% de los actores cree que es necesario “ir más allá” en términos de construcción sostenible. Aquellos involucrados en la fase de diseño, situados al inicio de la cadena de valor, parecen ser la fuerza motriz esencial: el 56% considera que los arquitectos y las ingenierías son los actores más legítimos para impulsar esta transición, seguidos de las empresas privadas del sector, con un 44%. No obstante, las prioridades varían significativamente según la región:
- En Asia-Pacífico, África y Oriente Medio, la adaptabilidad de los edificios es una preocupación recurrente;
- En América Latina, el uso de materiales ecológicos es un tema clave;
- Europa destaca por su fuerte interés en la rehabilitación de edificios;
- En Norteamérica, el tema de la asequibilidad cobra mayor protagonismo.
Esta diversidad de desafíos regionales subraya la importancia de adaptar las estrategias de construcción sostenible a las especificidades locales, sin perder una dinámica global sólida.
3. La construcción sostenible aún tiene una definición ligada al medioambiente, pero la resiliencia avanza y el bienestar sigue en segundo plano
Aunque los actores afirman conocer mejor el concepto, siguen asociando la construcción sostenible principalmente con cuestiones medioambientales. La eficiencia energética de los edificios (35%) y el uso de materiales ecológicos (31%) siguen siendo los principales criterios para definirlo.
La resiliencia frente a los riesgos climáticos está ganando importancia. Este tema es el que más ha crecido desde la edición anterior, alcanzando un 21% (+8 puntos respecto a 2024). Su importancia varía según la región, con África (35%) y Asia-Pacífico (32%) en cabeza, probablemente por su exposición particular.
De forma sorprendente, la dimensión “humana” de la construcción sostenible sigue sin calar y queda relegada a un segundo plano. Solo el 15% de los actores y el 15% de los ciudadanos asocian la construcción sostenible con la mejora del bienestar de los ocupantes, a pesar de que este aspecto podría desempeñar un papel clave en su aceptación y despliegue.
La concienciación no se traduce aún en compromisos concretos
Aunque los actores afirman conocer el concepto de construcción sostenible, solo el 28% dice estar completamente informado sobre el tema, y solo el 35% de los profesionales ha recibido formación específica. Este dominio parcial del tema puede explicar ciertas limitaciones a la hora de tomar decisiones concretas.
- El 78% de los estudiantes considera que la formación en construcción sostenible es un elemento diferenciador para el empleo, pero solo el 40% rechazaría una oferta de una empresa no comprometida.
- El 67% de los profesionales afirma evaluar la huella de carbono de sus proyectos, pero solo el 30% lo hace de forma sistemática.
- El 51% de los cargos públicos dice que le gustaría excluir los proyectos no comprometidos de los contratos públicos, pero solo el 37% lo ha hecho ya (+26 puntos respecto a 2024), un dato que, no obstante, resulta alentador.
- El 51% de las asociaciones tiene previsto llamar al boicot de empresas poco comprometidas, pero solo el 24% ha tomado medidas.
Esta es la brecha entre las intenciones declaradas y la acción concreta, lo que ilustra la importancia de este enfoque.
La construcción sostenible en España
En España, la construcción sostenible sigue estando fuertemente asociada a los aspectos medioambientales. El 51% de los actores del sector identifica este concepto con los edificios que utilizan materiales respetuosos con el entorno, el 48% lo relaciona con construcciones energéticamente eficientes, y el 26% con la reducción de residuos en el proceso constructivo. En cambio, solo un 14% vincula la construcción sostenible con el bienestar y la salud de los ocupantes, un porcentaje similar al del año anterior y que se encuentra por debajo de la media mundial. Esta misma tendencia se observa entre la ciudadanía, aunque con algunas diferencias: el 17% asocia el concepto con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono, y el 15% lo relaciona con edificaciones capaces de afrontar amenazas naturales y meteorológicas.
El estudio también revela que, el 60% de los españoles se siente suficientemente informado en construcción sostenible, cifra que se sitúa 10 puntos por debajo de la media mundial (70%). Dentro de este ámbito, más de la mitad de los profesionales del sector se siente suficientemente formado, aunque solo el 35% ha recibido realmente una formación específica sobre construcción sostenible, mientras que el 50% tiene intención de hacerla.
Los resultados reflejan un notable aumento en la legitimidad percibida de los distintos actores que impulsan la construcción sostenible en España. A la cabeza se sitúan las instituciones públicas, con un 64%, lo que supone un incremento del 36% respecto a 2024. Le siguen los arquitectos e ingenieros, con un 51% frente al 36% del año anterior, y, en tercer lugar, las empresas privadas del sector, que también alcanzan el 51%, duplicando así la cifra registrada en 2024.
El compromiso de la ciudadanía española con la construcción sostenible se refleja claramente en los datos: el 93% de los encuestados considera que se debería hacer más en este ámbito, lo que supone 6 puntos por encima de la media mundial (87%) y 2 puntos más que el año anterior (91%). En cuanto a las medidas prioritarias para acelerar su desarrollo, el 33% apuesta por aumentar la concienciación y fomentar la colaboración entre todas las partes interesadas. Por su parte, el 29% señala la necesidad de introducir normativas que impulsen una renovación energética más eficiente, mientras que el 27% destaca la importancia de sensibilizar a la clase política sobre los retos que plantea la construcción sostenible.
En definitiva, en España, la construcción sostenible avanza positivamente y con especial relevancia en aspectos medioambientales, aunque presentando desafíos en su relación con el bienestar de los ciudadanos. Asimismo, la implicación de los actores del sector es reconocida positivamente al igual que el compromiso de los ciudadanos, pero persisten carencias en formación especializada y acceso a la misma, por lo que queda en evidencia la necesidad de avanzar hacia la adopción de medida normativas y colaborativas entre todos los actores que favorezcan esta transición.